A MI ESPOSA.
En el puerto de la vida
Suelta ya tengo mi barca
Para navegar los mares
Que van a la eterna Patria.
Como temo naufragar,
Emilia, vente a mi lancha;
Te haré un asiento de flores
Junto a la vela blanca.
Tus ojos nos guiarán,
Cual dos estrellas doradas,
Y daré y daré a los remos,
Mirando tu bella cara.
Navegaremos soñando,
El soñar no cuesta nada,
Dando suelta a esos sueños,
Por puertos haciendo escala.
Tú llevaras el timón,
Tú me llevaras el alma,
Y mirándote mirándote,
Los dos juntos llegaremos
A esa imaginada playa.
Madroñera a 11 de Febrero de 2.008.
Tu esposo Lucas.