Un día la lengua habló a los oídos de esta manera:
¡Hola señoritos! ¿Por qué vosotros que tenéis tan poco que hacer sois dos en el hombre, y yo que estoy siempre hablando soy sola?
Y los oídos contestaron a la lengua:
Somos dos porque tenemos que oír mucho.
Está bien contestó la lengua ¿pero no hablo yo también mucho?
Sí pero en la boca del necio, porque el hombre verdaderamente sabio escucha mucho y habla poco.
¡Hola señoritos! ¿Por qué vosotros que tenéis tan poco que hacer sois dos en el hombre, y yo que estoy siempre hablando soy sola?
Y los oídos contestaron a la lengua:
Somos dos porque tenemos que oír mucho.
Está bien contestó la lengua ¿pero no hablo yo también mucho?
Sí pero en la boca del necio, porque el hombre verdaderamente sabio escucha mucho y habla poco.
1 comentario:
Es la pura verdad escuchar más y hablar menos seguro que todo iria mejor por que para oir sandeces más vale estar calladito.
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